viernes, 22 de enero de 2010

HOT DOG A LA MEXICANA

Hola a todos, antes que todo agradezco los comentarios y palabras de aliento para seguir con CCM, la pega ha estado de locos y aunque ganas no me faltaban no había podido escribir nada. Pero he vuelto, y espero ser mas constante.

Les advierto que este posteo es de alto riesgo, no apto para mamitas a dieta, personas con colesterol muy alto o enfermos de la guata.

Por ahi por el 99 o 98 tuve la suerte de ir a México, específicamente a Guadalajara, a una feria en la que ese año chile era algo asi como el país estrella. Fuimos a mostrar un taller que hacíamos en la escuela y la verdad es que aparte de pasar el día en charlas y eventos, nos dedicamos a comer y chupar como corresponde en un país como el Méxicano, siempre acompañados de los simpáticos tapatíos que pueden ser tan curados como nosotros, con la diferencia que lo hacen con el estómago lleno. Si, los mexicanos tienen una larga e internacionalmente famosa tradición en lo que respecta a comida, y si el Kama Sutra de CCM se hubiera escrito, habría sido en México. Te puedes mandar un buen bajón a cualquier hora, porque esta lleno de carritos y lugares donde te tientan con sus delicias para comer parado. Es algo asi como las farmacias en Santiago...
Osea, puedes ir a un restaurant, llenar la mesa de distintas cosas y sólo encontrar unas cucharas locas para echarle salsas y eso a lo que se te ocurra inventar, nada de cuchillo y tenedor... neto.
Debo comentarles antes de entrar a morder que cualquiera que visite el DF debe probar el taco pastor, una especie de shawarma picante envuelto en una hoja de maiz que viene a ser el campeón de los tacos, contundente y sublime.

Los mexicanos son de otra especie, como que tienen su panza anestesiada de tanto comer ají y ya cualquier cosa pasa, y en vez de gritar de ardor interior, se toman una chela (caguama en idioma mexicano), un puncito y listo. Sudan todo el día eso si.
Nosotros somos unos niños de pecho al lado de ellos, y como al 3º día varios ya sufríamos los embates del chile que va en cualquier cosa que te lleves a la boca, así que decidimos pasar a un Burger King que había cerca porque nuestros organismos no daban mas, y necesitábamos comer algo conocido y que no nos hiciera tragar un litro de cerveza después de cada sentada. En el camino nos cruzamos con un carrito de hot dogs y yo, goloso, preferí probarlos. Desde ese día mi horizonte culinario se amplió notablemente ya que conocí el hot dog mexicano, o al menos su versión del estado de Jalisco. A diferencia de todo lo que había probado allá esto yo también lo podía preparar, y como ya vivía sólo se trataba de un excelente nuevo integrante de mi dieta, que por esa época era a base de sartén y aceite.

Entonces este posteo es una receta para que chancheen en casa y se preparen un buen perro caliente o jat dog, como lo llaman allá.

Ingredientes.
  • Pan de Hot Dog, obvio.
  • Vienesa
  • Tocino (allá la vienesa venía "envuelta" en tocino. Si, una maravilla que aún la globalización no trae a nuestro país).
  • Cebolla
  • Tomate
  • Mostaza
  • Crema espesa, he aquí la gracia de todo esto.

Preparación
Como toda faena en la cocina, el talento esta en los tiempos, asi que recomiendo hervir las vienesas mientras picas en pequeños trozos el tomate, la cebolla y el tocino. Estos últimos dos se deben freir a fuego bajo hasta que la cebolla quede tierna y el tocino crujiente. Pueden prescindir del aceite ya que el tocino bota su grasa y con eso basta.


Luego se prepara el "jatdog", yo prefiero poner el tomate primero en el pan recién salido del horno, para que no chorree y comer sea un agrado y no un desafío, encima la vienesa, luego el binomio cebolla-tocino, crema y mostaza. En ese orden es mejor para que la crema se mezcle con lo caliente y se derrita y listo, a comer!


Es cierto, es una bombita asi que recomiendo un pequeño arito antes del segundo, si se les sirve. La crema suaviza el impacto de la mostaza, realza el dulzor de la cebolla y le da onda a la cosa.
Se trata de una receta simple y que podría darle un toque a esas completadas que organizan las mamas para los cumpleaños del cabro chico, para variar un poco, aunque un infante podría perder la semana de clases después de tal patache.
Los mexicanos obviamente lo comen con ají, pero acá nada es dogma y yo le espolvoreo un poco de merkén, para darle un toque autóctono. Pruébelo.

3 comentarios:

  1. la raja tu blog...llegué de sapo y quede con un diente que te lo encargo con la receta mexicanota...del terror.
    que lata llegar justo cuando estoy en una actitud de dieta que me tiene con los nervios de punta y mas ravotriles en el mortero.

    un abrazo desde la clandestinidad hambriento-contenida

    alexis
    benditoravotril.blogspot.com

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  2. Es interesante el objetivo de este blog, pero tienes pocas entradas para quienes buscamos información para el siguiente patache.

    FGF

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  3. Gustavo, llegue navegando y me "devore" tu blog en 10 min. que pena (como dice francisco) que sea tan cortito, si extraña llegar al final tan rapido!
    Te felicito, espero que sigas aportando a esa gula maravillosa del after carrete o almuerzo parado.
    Saludos!

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