miércoles, 29 de abril de 2009

VORAZ PIZZA


La verdad es que no soy un fanático de la comida, en serio. No soy de esos que gastan mucho en un buen plato de mantel largo, ni me vuelvo loco con algo comiendo hasta quedar pocho. No, la verdad es que excepto raras ocasiones sólo como hasta la satisfacción, nunca la saciedad. Creo que es porque mi madre nunca fue buena para la cocina (pasando por alto su excelente pastelera), y por eso siempre salvaba el fin de semana, cuando le tocaba cocinar, con empanadas, un bistoco, su huevito a la copa o esa gran idea que hacía del fin de semana algo especial: pizza.
La pizza no fué un plato muy popular hasta la llegada de pizza hut (a mi me llevaron a poco de inaugurarse el primer local en las condes) y la verdad es que si no se conoce la receta de la masa no queda otra que esas prepizzas de supermercado y echarle encima cuanta cosa se pueda picar. En mi opinión esa es una masa muy esponjosa, se dobla al tomarla y hace que CCM sea un desastre. Si la pizza tiene choclo estos rodan por todo el lugar, el queso se acumula en el doblez y eso lo convierte en una amenaza para cualquer alfombra, el tomate sopea todo, no se puede. Al final ni con cubierto es buena.
Por eso creo que la mejor es la pizza a la piedra, a mi me gusta la masita media tostada, crujiente, y que permita sostener tu tajada sin chorrearte los pantalones.
Seguro todos tienen su pizzería favorita, hay unas geniales como Roma en Larraín o Mateo's en Diagonal Oriente, o esas que llevaron el otro día al matrimonio del Camilei en una Caravelle, pero yo tenga la inmensa suerte de vivir a la vuelta de la esquina de VORAZ PIZZA, que esta ahí en esa diagonal que une Rancagua con Bilbao justo pasado los tiras, subiendo, un poco antes de la Copec a mano izquierda.
Tienen un par de mesas afuera con su par de sillas cada una, y al lado se instaló algo asi como voraz sushi, entonces la vereda esta tomando color de a poco y el lugar es agradable, le da el sol en la tarde. En invierno sólo queda esperar dentro, el lugar es chico y hay un meson tipo barra para hacerla corta, porque el calor del horno es tremendo. Tienen unas Extravaganza! y Cañamo para entretenerse mientras esperas la tuya, y un mural onda collage con intersantes motivos.


Pero yo prefiero para llevar. Claro, la pizza tiene la gracia de aparecer como el mejor pretexto para no preparar nada, yo me la como asi, directo de la caja, con una lata mejor aún. Mi favorita del lugar es la "Pollo al Ajillo" con una Canada Dry.


La individual es contundente pero lo justo. Mi estomago ya se adaptó perfecto a la dosis que proponen en Voraz, pero si son de los/las que se comen una familiar pueden quedar cortos.
La pollo al ajillo trae generosos trozos de pollo con todo tipo de colores y viene, obviamente, cargada al ajo. Yo feliz. La variedad de combinaciones que ofrece la carta es interesante, he probado un par mas y todas son buenas, pero la pollo al ajillo es insuperable. Además ofrecen ponerle merquén, oregano y/o parmesano una vez salida del horno, un detalle que se agradece.
La masa es notable, es crujiente y de buen sabor, quemada en los bordes (muy bien) y por supuesto no se dobla al llevarla a la boca. Viene tan bien cortada en 4 que el cuchillo y el tenedor parecen una broma, ya que el trozo sale perfecto.


Hay otro local en Manuel Montt con Providencia, donde nunca he probado la mano del maestro, con aún mas sillas en la vereda. Deben ser tan buenas como éstas, pero tiene, o tenía, una mesera rubia muy guapa que es lo mejor del paisaje por esos lugares. Algún día me dejaré caer.
Tienen web y les recomiendo que la consideren si se da el caso y andan por acá por el barrio, para mi último cumpleaños hicieron furor. Si les gustan capaz que nos encontremos por ahi algún día, porque voy bien seguido.

PD: Una vez pase en la moto y les cuento que manejar una llevando una pizza puede ser mala idea, en bici es bastante mas seguro para uno y para la pizza también.

lunes, 20 de abril de 2009

La Bamba: el bajón



El primer posteo de este blog salió por azar, la verdad es que hoy corrí todo el día y almorcé recién a las 4pm, venía de lejos y dije: tate, paso a La Bamba!!!!

La Bamba es una picá de sambolos que esta en la vereda oriente de Vicuña Mackenna entre Matta e Irarrázaval, cuya principal gracia, a mi parecer, es que esta abierta hasta las 5 o 6 de la mañana los fines de semana, es decir: puro bajón.

Hagamos historia. Yo vivía por ahi por Seminario, barrio bastante desarrollado en lo que a COMER CON LA MANO respecta, en una casa muy bonita con 4 amigos, lo que supone que había bastante despeine hasta bien avanzada la noche. Pues bien, después de horas de jolgorio todos saben que las tripas piden lo suyo, y en una de esas el Lis, uno de mis roomys, sugirió ir a comerse un "As" a un sucucho que cachaba, y partimos a La Bamba. Hay que aclarar que antes este local estaba una cuadra mas al norte, específicamente al lado del pool ese rojo que esta ahi en la esquina (al que no entraría a jugar ni loco, siempre estan los mismos galletas onda piscoleándose y jugando, de la muerte) y era un quinto de lo que es ahora. El mesón daba directo a la vereda y uno comía en ella, asi a la pasada. Estamos hablando del 2002 o 2003 y la verdad es que en ésa época el "As" no era tan popular. Yo lo conocí oficialmente esa noche (lo había probado en un carrito de Rodrigo de Araya unos años antes bajo el nombre de algún tipo de dinosaurio que no recuerdo) y hasta hoy yo y mis tripas agradecemos el datito de mi amigo Lis. Cierto tripas? Cierto dicen ellas, aún contentas con el bocado de esta tarde.

Al frente estaba el Laberinto, creo que asi se llamaba, antiguo centro de tocatas punk y rock de hace algunos años, lo que aseguraba que tipo 430 o 5 am el lugar se llenaba de hambrientos personajes de aspecto alternativo junto con quienes llegaban desde diversos lugares de carrete a matar el bajón antes del merecido descanso, preferentemente con un As.

El As era algo asi como el producto estrella principalmente por su novedad, yo diría que es con todas sus letras el Italiano del Siglo XXI. Se trata de una contundente porción de carne picada (también existe la modalidad lomito) adornada con esa combinación clásica que emula los colores de la bandera patria de Italia; rojo tomate, verde palta y blanco mayo. Todo en generosas cantidades. Esta evolución del completo al italiano al as es notable, no sólo por el aporte en sabor que es obvio, sino también porque abre una completa gama de posibilidades para el pan de hot dog, que suele ser un pan suave y que a diferencia de la frica o el molde, exige un gesto técnico especial tomando éste por abajo en vez de los lados. Comerse un As con cuchillo y tenedor sería una siutiquería gigante, merecedora de la expulsión de templos de CCM como éste.



Antes atendían unas señoras muy buena onda que con el tiempo, como podrán suponer, se hicieron caras conocidas, hasta que un día aparecieron en la cuadra de al lado en un local mas grande con unos mesones de muro, esos de 1,10 mts. justo pa'l codo, ene espejos y cargado a la cerámica azul. Mantuvieron si un detalle no menor y característico de La Bamba: la gente que atiende, que ya no son esas simpáticas tías de antaño, esta sobre un pavimento unos 60 cms sobre el de los clientes. Yo creo que ahi se esconde alguna rara estrategia comercial que aún no comprendo, pero en fin, se come igual.

El As con lata de bebida sale $2200, y dan ganas de comerse mas de uno especialmente a altas horas de la noche, los precios en general andan por ahi y la atención es buena: el otro día nos preguntaron si le echaban la palta y todo eso "con cariño"... obviamente que si poh tía!!! respondimos todos.


A mi me sirve mucho especialmente cuando salimos de una tocata, pasamos a dejar los instrumentos a la sala y de ahi su merecido ágape en La Bamba, un clásico que espero no se chacree con el tiempo. Recomendable especialmente desde las 3am.